Un ejercicio de memoria sobre la obra de Enrique Carreras, director argentino de noventa y cinco largometrajes, que explora la relación que tenía con sus colaboradores, los productores y la crítica, en busca de una respuesta a la pregunta que se sigue repitiendo a lo largo del tiempo: ¿cómo logró filmar casi cien películas que fueron una gran fuente de trabajo y éxito de taquilla?