La apacible vida de dos lesbianas, Bobbie (Rachel Ward) y Bailey (Bernadette Peters) se ve alterada cuando una de ellas tiene que hacerse cargo de su sobrino de diez años. Ambas mujeres viven a las afueras de Dublín, Irlanda, en la aldea costera de Bray. Juntas, forman una pareja atípica. Bobbie es inglesa y Bailey es de New York, dónde actuó veinte años en Broadway. En la actualidad dirigen una taberna. Sin embargo, sus vidas se complican cuando aparece Kenny (Thomas Brodie-Sangster), el sobrino de Bobbie, que acaba de perder a sus padres en un trágico accidente.