Describe la vida interna de un colegio de señoritas pertenecientes a familias de sólida posición económica que por tradición, indolencia o comodidad transfieren a distintos establecimientos educacionales la responsabilidad de la orientación moral, intelectual, espiritual y social a muchachas acostumbradas a una vida sin problemas, la mayoría con pésimos ejemplos de relación matrimonial y conducta de sus progenitores. Es así como caen en el caos emocional, desembocado en drogas, violencia, desvíos sexuales y prostitución.