Joaquín regresa a Granada en la década de los 80 tratando de averiguar algo sobre un suceso que vivió siendo niño, durante la Guerra Civil Española. Ayudó a un desconocido que sobrevivió a un fusilamiento. Encuentra al hombre, Galápago, quien ahora es muy mayor, pobre y casi sin memoria. Joaquín lo cuida y descubre indicios de que Galápago podría ser en realidad Federico García Lorca.