Brigitte y Xavier viven en Normandía y se dedican a la ganadería vacuna. Ella es soñadora mientras que él vive por y para su trabajo. Tras la partida de sus hijos, el peso de la rutina se le hace a Brigitte cada vez más difícil de sobrellevar. Un día, en un arrebato de locura, se va a París sin decir nada. Xavier se da cuenta entonces de que quizá la esté perdiendo.