Jack no es como el resto de nosotros, pues tiene el don, o la maldición, según a ojos de quien, de la inmortalidad. Auto-aislándose del resto de la sociedad Jack intenta sobrellevar su día a día con discreción, pero cuando su hija Andrea irrumpa en su monotonía diaria todo su mundo se verá trastocado. La violencia más extrema se desatará cuando un grupo de individuos intente acabar con su vida y la de sus seres queridos.