Tras sufrir un trastorno psicológico, a Ariel Lambert, un joven de veinte años, se le recomienda hacer reposo en un lugar tranquilo y apacible. En pleno invierno se muda con su madre y hermana a Villa Mar, un pequeño pueblo veraniego que en esa época del año se encuentra casi desierto. Poco a poco, Ariel descubrirá que los niños que entran en una casa cercana, presuntamente vacía, no vuelven a salir jamás.