En 1793, en el momento más violento de la Revolución francesa, el Marqués de Sade ha vuelto a la cárcel. Robespierre ve en él a un agitador libertino y ateo, un hombre sumamente inmoral, indigno de la sociedad y autor de la escandalosa novela "Justine". Sade tiene cincuenta años. Conoce tan bien La Bastilla y la prisión de Saint-Lazare que la clínica de Picpus, donde le han encerrado, le parece el paraíso terrenal.