Después de haber sido un famoso cantante pop, Michael (Keith Carradine) acaba convertido en un mendigo. La causa de su declive fue su aventura con Celia, la bella amante de Eddie, un jefe de la mafia. El gángster se vengó del cantante cortándole la garganta para arruinar así su carrera. Sin embargo, algunos años después, a Michael se le presenta la oportunidad de vengarse de Eddie y de sus matones. Última película de Fuller, rodada durante su exilio europeo.