Crais pide ayuda a los tripulantes de Moya para quitar el peligroso cañón del agresivo Talyn. Cuando se acerca la nave alienígena que va a proveer un arma menos dañina, el cañón dispara y la destruye. Crais echa a los que habían subido a bordo para poder huir, y mientras estos intentan llegar a Moya otra nave de esa raza los atrapa y son sometidos a un juicio. Cada uno da su versión, pero cuando es evidente que pretenden culpar a alguien a toda costa Stark se ofrece como chivo expiatorio. Afirma que, al ser de energía, podría volver a unir su cuerpo.