Aturdidos por saber que tienen una cita con el mismo chico, Will y Grace compiten por el cariño del atractivo y encantador vecino en la cena, e incluso el infalible radar de Jack no recoge su preferencias sexuales. Mientras tanto Karen considera la posibilidad de disparar a su conductor y con un toque irónico hace con Grace una representación de un disparo a un empleado incompetente.