Mientras investiga a una mujer que fue arrestada por destruir las pruebas de un asesinato, Annabeth se entera que la sospechosa le contó a su ex novio que su padre, un diácono de la iglesia y oficial de la ley, fue quien cometió el crimen. Cuando Annabeth le pregunta a la mujer sobre su declaración, ella lo niega, pero la fiscal seguirá la pista convencida de que está detrás de algo grande.