Sabrina solo puede realizar conjuros para utilizar su magia durante una semana, una prueba del Sinodal para su licencia de bruja. Sabrina utiliza conjuros generales para solucionar sus problemas sin tener en cuenta que afecta a los demás. Tras conseguir empleo en la pizzería, convierte a Valerie en alguien eficiente, la cual luego la despide. Hace que Harvey juegue en el juego del fin de semana pero éste se resfría por un hechizo que Sabrina misma lanzó. En uno de sus conjuros envía a sus tías y a Salem al castillo de Merlín, el cual tuvo una historia amorosa con Zelda y ha estado esperando la venganza.