Esperanza es una hermosa mujer de treinta y cinco años. Su única hija, Blanca, muere repentina e inesperadamente víctima de una enfermedad desconocida en un hospital. Para evitar la propagación del misterioso virus es sepultada de inmediato, negándosele a Esperanza reconocer el cuerpo. Desde la pérdida de su marido no conocía un dolor tan grande, pero su resistencia a aceptar la muerte, la soledad, y su enorme fe en los milagros confirman en ella la esperanza de que suceda uno. Es entonces cuando San Judas Tadeo, un santito para casos desesperados, se le aparece y le indica un extraño camino para encontrar lo perdido...