La guerra en Eashen ha finalizado y el grupo por fin conoce la ubicación de las ruinas. El único problema es que las ruinas se encuentran sumergidas en el mar y no encuentran una manera de llegar a ellas. Touya decide reunir a todos sus amigos para pasar un divertido día en la playa, mientras busca una solución. Kohaku le sugiere firmar un pacto con el mismísimo Emperador Negro.